JUAN BEAT
Tiré la ultima card con crédito que tenía para el internet; no vendré más, aveces quisiera decir adios y no volver a despertar. Todas esa cosas: el trabajo, el dinero, cagar, ya no me importan; he ido comprar heineken en un puesto cerca de las putas, las rusas y colombianas destacan, no por sus grandes culos, sino por ser muchas, la policía ronda por esa calle que está justo detrás de mi hotel y no pasa nada, los autos se metene en sentido contrario, las putas siguen exhibiendo su jodida vida y yo me meteré a caminar y a beber por esa acera. Ya no está permitido beber en las calles de Madrid, pero a la mierda, si no fue la policía italiana será una puta, un travesti, un skin head o lo que sea que me "queme vivo". Un transexual justo detrás de mi me ha pedido cerveza, su voz es ronca y su peluca está horrible, es muy delgado y dice que quiere morir que conoce un barrio de skin heads que serían felices dandonos en la madre, él puto y yo moreno, sera demasiado atractivo para los cabezas rapadas. Bien, me despido, me voy con el horible transex a su famoso barrio, que más da... Nunca tendré esas cosas que a muchos les hace segregar cientos de endorfinas.
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